Cómo superar de una vez por todas tu timidez
Si eres de los que no les encanta hablar en público. O si te invitan a una reunión, solo conversas con las personas que ya conoces. Pues tengo noticias para ti: eres tímido y eso no está mal. Todo bien si prefieres quedarte en tu casa viendo Netflix que salir solo a un evento. Pero estoy segura que a veces esa timidez te ha jugado en contra, sobre todo a nivel profesional.
Antes de empezar a explicarte la fórmula que me funcionó para vencer la timidez, quiero ponerte en contexto. Si me pedías que hable en público hace 5 años, mis nervios se iban a mil, mi voz se cortaba y proyectaba cero confianza, así fuera a hablar sobre un tema de conocía. Ese público no era de 50 personas, eran solo 4 compañeros de trabajo y yo solo dejaba que me gane el miedo. Si me invitaban a un evento de negocios, procuraba ponerme en la última fila y trataba de pasar lo más desapercibido posible. Y ni hablemos de networking, ¿crear una red de contactos con solo hablar con desconocidos? No había manera.
¿Qué pasó después? Pues me di cuenta, o mejor dicho, me hicieron dar cuenta de que me estaba perdiendo de muchas oportunidades. Oportunidades de crecer profesionalmente, de tener nuevas amistades o de simplemente divertirme. Así que poco a poco empecé a incomodarme y salir de la famosa “zona de confort” para darle paso a una mejor versión de mí. No me malinterpreten, aún prefiero quedarme en mi casa viendo Netflix, pero si allá afuera hay oportunidades que puedo tomar con el simple hecho de expresarme y mostrar confianza, pues iré a tomarlas.
Si más que añadir sobre temas personales, aquí les dejo 3 pasos que he puesto en práctica durante estos años y que espero puedan ayudarte a vencer tu timidez de una vez por todas.
CREÉRTELA
Considera lo siguiente: siempre tienes algo que aportar. Ya sea sobre temas del día a día o temas completamente profesionales. El primer paso es creer que hay algo que tú sabes o haces que puede hacer la diferencia. Pero realmente creer, tener la confianza suficiente para pensar en que lo que dirás realmente va a aportar.
Un punto de partida para empezar a creer en ti es poner todo en una balanza. Identifica tus fortalezas y debilidades, ya sean conocimientos técnicos o competencias personales. Luego de hacer el ejercicio tú mismo, pídele a amigos, colegas y familiares que te digan cuáles creen que son tus fortalezas y debilidades, puedes elegir 3-4 personas. Los resultados te van a sorprender y te ayudarán a ser más objetivo cuando te veas al espejo. Una vez identificadas tus fortalezas, cree en ellas y sigue desarrollándolas; y en cuanto a tus debilidades, selecciona aquellas que quieras mejorar en un corto plazo y haz un plan para lograrlo. Este ejercicio te va a ayudar a creer más en ti y a ir perdiendo el miedo al público.
PRACTICAR
Luego de una autoevaluación y de poner tu nivel de confianza como principal factor para vencer tu timidez, es momento de que practiques. Para ello, puedes acudir a un mentor o amigo cercano. Si tienes una presentación en el trabajo, practica antes con una persona de confianza. Si tienes la oportunidad de ir a una fiesta a la que no conoces a casi nadie, haz un juego de roles sobre posibles temas de conversación. Puede sonar exagerado, pero recuerda el viejo dicho “la práctica hace al maestro”. Cuando empieces a practicar te darás cuenta cuáles son tus conductas cuando te pones nervioso y aprenderás a controlarlas. Recuerdo que cuando estaba en secundaria, nos pidieron exponer sobre cualquier tema frente a todos y la profesora se encargó de identificar los problemas de cada uno de nosotros: si hablábamos muy bajo, si usábamos muletillas, si nos movíamos mucho, etc. Aprendí que es más fácil que otra persona identifique tus debilidades al momento de hablar que tú mismo. Escuchar a alguien más decir todos los errores que cometes no es fácil, pero una vez que los aceptes podrás corregirlo.
EXPONERTE
Aquí viene la parte más difícil, realmente exponerte. Salir de tu zona de confort de manera oficial. Deberás buscar oportunidades para incomodarte y realmente aprovecharlas. Aquí viene un recuerdo más: hace como un año fui a un evento corporativo con mi equipo del trabajo y durante el coffee break, mi jefe de entonces nos impulsó a hacer networking de manera creativa: un concurso. Quién conseguía más tarjetas de presentación de los asistentes en 10 minutos y obviamente nuestra competitiva pudo más. No recuerdo realmente quién ganó, solo recuerdo que desde ese momento vencí mi miedo a acercarme a personas desconocidas e interactuar con ellos. En ese momento te das cuenta que ese miedo solo estaba en tu cabeza y cuando lo superas, de verdad que la timidez también desaparece.
Así que, en el próximo evento que tengas, atrévete a hacer un cambio, deja a tu grupo de amigos o colegas y aventúrate a conversar con otras personas. Quién sabe, tal vez el próximo contacto se puede convertir en tu nuevo jefe o tu nueva pareja. Eso sí, siempre con cautela, no te digo que vayas al bar más cercano y le cuentes tu vida al primero que se acerque. Enfócate primero en tus círculos cercanos o eventos de negocios y verás cómo poco a poco vas derribando tus propias fronteras.
Y como todo en la vida, romper con tu timidez es cuestión de constancia, es importante que veas estos tres pasos como un círculo. Es decir, luego de exponerte regreses al primer paso y reafirmes tu confianza y te autoanalices. Siempre habrán nuevos miedos que vencer, porque no es lo mismo hablar frente a tu equipo de trabajo que exponer frente a un directorio. Así que, paso por paso.
Finalmente, ten siempre presente que las personas no notan tu nivel de confianza sino tus inseguridades y cómo te afectan. Simplemente, confía un poco más y podrás poner tu timidez a un lado.